Hay algo en el mundo que a bruno le chifla, son los tubos de cartón del papel de baño, es ver uno y pierde el control, no descansa hasta destruirlo por completo.
No atiende a llamadas ni a suculentos premios su código genético dicta su acciones, destruir, destruir...
Menos mal que no le da por los zapatos
Ya agotado de haber cumplido su cometido, una siesta para reponer energías.
Así es la vida del guardián de la casa.
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